27 Oct TODO POR UNA SONRISA «DE CINE»… ¿SABES SI ESTÁS ACTUANDO BIEN?
Se mire a donde se mire, ahí están ellos, relucientes y blancos. Son los dientes de famosos, artistas y modelos que están despertando envidias entre los ciudadanos de a pie. Pero los mortales están decididos a tener también sonrisas de cine, y se están lanzando al consumo de remedios caseros (pastas dentífricas, geles para aplicar en férulas y tiras o películas blanqueadoras) con el fin de dejar sus dientes impolutos.
Las voces de alarma no han tardado en dispararse entre los especialistas. Porque, tanto el mal uso casero, como el abuso (la blancorexia define a las personas obsesionadas con el blanco de los dientes que se someten reiteradamente a tratamientos) de las sustancias blanqueadoras erosionan la superficie de las piezas dentales y pueden acarrear problemas de salud. Las utilizadas: peróxido de carbamida o de hidrógeno.
No hay que olvidar que los dientes son otra parte de vital importancia en nuestro cuerpo. No solo nos ayuda a la masticación o fonación entre otras funciones, si no que además tienen un papel estético en nuestro rostro que actualmente está tomando una gran fuerza. Son muchos los pacientes que acuden a la consulta para blanquearlos, ignorando otras patologías que deben ser tratadas en primer lugar.
Las industria está sacando tajada de todo ello, ya que aprovecha esta moda de tener los dientes blancos para sacar al mercado chicles, enjuagues, pastas y tiras blanqueantes a tan baja concentración que su efectividad es nula. Además, su abuso desemboca en un gran número de problemas, entre los más comunes: erosiones del esmalte y quemaduras gingivales.
Si usted está pensando en un blanqueamiento dental, debe tener sobre todo en cuenta que no consiste en un tratamiento definitivo, puesto que para eso serán necesarias diferentes aplicaciones a lo largo de la vida. Además, el color vendrá determinado por la capacidad de absorción de sus dientes y su color inicial. No todo el mundo consigue ni un mismo aclaramiento, ni en el mismo tiempo. En conclusión, acuda siempre a su dentista de confianza para dejarse aconsejar en función de su caso, demandando siempre productos de calidad.
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